Por fin lo habías conseguido. El mundo volvió toda su justicia sobre ti. Pero la distancia hunde sus raíces sobre mi corazón. Hoy, suavemente, te vuelvo a acariciar con mi mano. Siento tu tacto sobre mi rostro mientras nos amamos en silencio. Tu cabello y el mío se entrelazan entre susurros y caricias. De repente, una lágrima se desliza por mi mejilla y cae sobre mi mano justo antes de pulsar la tecla de envío. Desesperado, vuelvo a rezar para que sea la última vez que la distancia nos separa.
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