— Antes de que vuelva papá deberías cambiarte de ropa,
esa falda tan corta que llevas no le gustará nada. Ya sabes cómo se disgustará.
— ¡Que sí, pesada! La falda siempre por debajo de la
rodilla. ¡Jesús, qué cruz!
Rosa apaga el televisor. Le gusta ver esa serie
ambientada en los años cincuenta que tan de moda está. Cómo han cambiado las
cosas desde entonces, piensa. En los tiempos actuales las mujeres deciden por
sí mismas, trabajan y se sienten valoradas; no como hace años. Mira el reloj y
se sobresalta. Es muy tarde y Juan la avisó que vendría a cenar una hora antes.
Se pondrá hecho un loco si la cena no está perfectamente dispuesta en la mesa.
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