Concurso patrocinado por el Hotel Mar Menor de Santiago de la Ribera

jueves, 31 de enero de 2013

(23) Alicia

Alicia ya no vive de maravilla, el príncipe que salió rana dijo:¡ el cuento se acabó! nada más darse la vuelta la hada madrina. El arco iris de Alicia se forma con gotas que no son de lluvia y de los colores de un labio partido. Inventa razones para aguantar esperando que el final vuelva a ser comer perdices. ¡Despierta acaso bella y durmiente de Orfidal! Mírate en el espejito y di que será la última vez.

(22) Le gusta ser mujer

Le gusta ser mujer porque llora cuando algo le hace feliz o le hace daño sin que nadie se escandalice por ello. Porque no hay barrera lo suficientemente alta que le detenga cuando tiene un objetivo. Porque hoy le ha dado la vida a su pequeño y sabe que no dudaría en dar la suya por él. Porque es capaz de gritar hasta que no le quede aire en los pulmones lo mucho que le quiere. Le gusta ser mujer porque es feliz por serlo. ¿Existe algo más maravilloso que ser mujer?

miércoles, 30 de enero de 2013

(21) Cansado y aburrido

Cansado, triste y aburrido. Sé lo que vas a decir cariño. Es nuestra canción favorita los sábados por la mañana mientras hacemos  la limpieza semanal.  Enchufabas la cadena y “El último de la fila” sonaba toda la jornada. Perdón, más bien eras sólo tú la que canturreabas, yo  me escapaba al garaje. La disculpa siempre era la misma: hacer la puesta a punto de mi hermosa moto de monte para salir con mis amigos de ruta. Perdóname. Ahora soy yo el que limpio como una patena mientras miro de reojo y con ansia el teléfono esperando tu llamada. Rezo por si hay suerte y escucho al fin tu bendita voz. ¿Cuándo vas a volver? Empiezo a estar cansado y aburrido.

(20) Deshollinadora

Cubierta de hollín, se sentó a descansar sobre la única superficie seca del tejado.

-“Este trabajo no es para una mujer”, gritó, otra vez, su compañero.

Los dos eran “hijos de la crisis”: él tenía cincuenta y ocho años, era ingeniero y acaba de ser despedido.  Ella era una flamante arquitecta que ya no tenía nada que construir.

Se conocían de la época de la burbuja inmobiliaria que disfrutó/sufrió nuestro país en los últimos años y juntos tuvieron la romántica idea de convertirse en los deshollinadores del siglo XXI.

-“Si no fuera por mi estatura, agilidad y delicadeza de mujer”, le contestó sonriendo por la ocurrencia de pensar que SU COMPAÑERO AGUANTARÍA LAS MISMAS ESTRECHECES QUE PAPÁ NOEL EN NOCHEBUENA.

(19) Muchos años después

-¿No es verdad, ángel de amor…?
-No-, le interrumpe doña Inés mientras hojea una revista.

(18) Yo soy mía

Desde muy pequeña estaba obsesionada por saber cuál era mi lugar en el mundo, he sido "hija de", "esposa de" y "madre de", pero solo ahora, en el ecuador de mi vida, comienzo a ser yo misma.
- Pues si que has tardado, bonita -me dirán algunos.
- Bueno -contesto yo- todavía me quedan muchos trenes que tomar.
Y convertida en protagonista de mi propia vida, tomo las riendas y parto al galope.

martes, 29 de enero de 2013

(17) Palabras en femenino

Las fue bordando con dulzura, y vio que la lista era extensa y que todas las voces eran hermosas. Valentía, educación, dignidad, humanidad, solidaridad, comprensión, ayuda, tolerancia, convivencia. Cambió de hilo, enhebró la aguja, y aún encontró con qué adornar las orillas. Y esta vez nacieron como espigas la honestidad, y la integridad, y la responsabilidad, y por qué no la humildad, y la coherencia, y la generosidad, y la prudencia, y otras tantas se le enredaban entre las manos y le brotaban de los ojos y los labios.
Satisfecha, dejó sobre la mesa su inventario de palabras con que educar al mundo. Y todas en femenino.

(16) Entrevista de trabajo

Entró en la oficina con paso dedicido, tal y como le había enseñado su madre desde pequeña. A la entrada había una secretaria que la sonrió con una mueca tímida. Ella le devolvió el saludo.

Antes de entrar en el despacho que le indicaron echó un último vistazo a su atuendo: “Elegante pero discreto”, pensó “Ni demasiado ajustado, ni demasiado holgado” No quería que le diesen el trabajo por guapa, aunque lo era, sino por lista y competente. Porque lo que ella buscaba era un jefe o una jefa que la respetase y la valorase como trabajadora competente que era.

Por eso se sonrío por última y vez y se dio ánimos, dispuesta a mostrar lo mejor de sí misma

(15) Paradoja

Hoy se siente feliz. No satisfecha, sino feliz. Sara es asistente social. Su vocación: ayudar.
Hace tiempo llegó a la oficina una mujer. Los ojos hinchados por las  lágrimas. El miedo por maquillaje. Vivió con un monstruo que le fue arrancando la vida poco a poco. Los hijos que no pudo tener, escaparon del infierno.
Hoy ese monstruo dormirá en prisión. Ella dormirá tranquila en casa.
Sara camina. Revive como le comunicó la noticia.  Mira anhelante los escaparates de las tiendas.  El reloj. Se ha demorado demasiado. Apura el paso.
Abre la puerta. El primer golpe acierta en medio del alma:
-          ¿Dónde coño has estado? ¿Sabes qué hora es?
El segundo golpe acierta en la cara.

(14) Ser fuerte

Debe ser así, por mí y por las niñas, sobre todo por ellas, pero cómo duele. Lo  soportaré, claro, como la primera vez, con su padre. También a él le amaba, a pesar de todo.
La asistente social dice que la mejor enseñanza es el propio ejemplo. Quiero enseñarles que ser  fuerte no es tolerar vejaciones en silencio. Quiero que aprendan por mi ejemplo a respetarse, que me van hacer lo que más conviene, a pesar del dolor.
No ha sido fácil disponerlo todo de forma discreta, pero la suerte y mis amigos me han acompañado para que pueda ser hoy. A la salida del colegio llevaré a mis hijas a nuestro nuevo hogar.

(13) La elección

Su madre le insistía :
-Tienes que aceptarlo hija mía y dejar correr el asunto. Los hombres son así, no merece la pena que te disgustes-.
Siempre igual, pensaba. Sin embargo se trata de ser consciente de que a pesar de estar expuesta a ser herida por quien menos imaginas, una es libre para enfrentarse a ello y romper con el lazo que te une a un destino equivocado.
         -Lo siento madre, soy yo la que quiero que no te disgustes. Los hombres son así como tú dices pero las mujeres tenemos ahora la libertad de no serlo.  Lo tengo claro madre, yo ya he elegido. Lo abandono. No me mires así, ven aquí, abrázame y dame un beso.

(12) Gigantes

Reina la sigilosa madrugada. Despierto sobresaltada, bañada en sudor. Atávica letanía tatuada a fuego en mi madre, y su madre, y…La casa siempre recogida. La vianda, puntual. Plánchame la camisa. Pérfidos gigantes. Malandrines, follones. O quizá no tanto. Solo molinos de viento.

Porque ésa no es mi historia. Me preparo un té. Yo encontré en los libros mis alas para volar. Dos de azúcar .En ellos hallé conocimientos. Un voraz apetito me asalta. También armas para tumbar barreras. Me encantan estas galletas. Herramientas para encaramarme al “no puedes” y otear el mundo desde arriba.

Mañana tengo examen en la Facultad. Canta un transistor las noticias. Una nueva reválida.

Los gigantes no existen.

Veremos qué tal lo hacen mis alumnos

(11) Juegos de niños

Mi madre era una mujer alta y delgada, de movimientos suaves y sonrisa dulce. Me llenaba de besos pero no era capaz de quedarse conmigo después de los arrumacos. Cuando pasaba un minuto se dirigía al ordenador y se abstraía en sus tareas. Yo intentaba que volviera pidiéndole agua, el bocadillo, el cuento de la parte alta de la estantería... Ella me sonreía con resignación y tras atender mis ruegos volvía a sumergirse en su mundo, golpeando sin parar el teclado. Entonces yo, en un último intento por llamar su atención, le decía que quería jugar en el ordenador. Ella se ponía seria, me buscaba la página y repetía siempre lo mismo: ¡quien fuera hombre para poder escribir sin interrupciones!

lunes, 28 de enero de 2013

(10) Diario homicidio

Todos los días es la misma historia. El marido que llega a casa, la tira al suelo y la acuchilla cientos de veces con su lengua o su cinto, con su puño o su desprecio. Luego ella, como si nada hubiese ocurrido, se levanta, ordena la casa y limpia los restos de sangre.

Luego hace la colada, tiende la ropa, prepara la comida…  No sabe por qué sigue sucediendo día tras día. Lo único que tiene claro es que debe limpiar con esmero para que nadie note lo sucedido. La gente no tiene por qué enterarse de su diario homicidio.

(9) Así es la Constitución

Cogí el teléfono, dijeron que me llamarían. El examen trataba de la Constitución Española, y eso yo me lo había aprendido al dedillo, mi padre siempre nos leía y explicaba, decía que era obligación de todo ciudadano. Sabía que había aprobado. No había dejado ni una sola pregunta en blanco, me acordaba de todo perfectamente, y al llegar a casa lo revisamos palmo a palmo ya que me dieron una copia. En efecto, me telefonearon, para comunicarme que de los dos examinados se habían preferido el hombre que hizo el examen el mismo día que yo  ¿por qué? Les pregunte´. Los dos exámenes están perfectos, pero hemos decidido que al ser hombre le vendría mejor a la empresa.

domingo, 27 de enero de 2013

(8) Los anillos


La historia de los anillos dice así. Antes de comprometerte con otra persona, debes asegurarte de haber completado con tu círculo vital una esfera, haciendo evolucionar tu pensamiento inicial, de otro modo serás como un anillo seccionado, que no gozara de libertad de acción, obligado a que la muesca no toque al otro porque caerás. Comprometiendo del mismo modo la propia acción de ese a quien te unes.
Lo ideal es que ambos anillos sean completos, para poder entrelazarse en una unión sin principio ni fin.
En la que giren y giren y a cada final le suceda un nuevo principio. De ese modo es imposible saber quien sostiene a quien.
Quien precede o sucede al otro.

(7) Paraíso futurista


Eva ese día tenía poderes. Lo sabía. La luna, satélite acogedor en el que habitaba se lo dijo iluminando un cráter. Entonces, tomó una de sus costillas y se la ofreció a Adán diciendo:
            -¡Toma! ¡Hace mucho tiempo que quería hacer esto! ¡Lo necesitaba! Y además, he bajado una talla, estoy mucho más delgada. A ver qué eres capaz de hacer con ella.
            Adán miró a Eva, después a la costilla sangrante y aseveró:
            -¡Al fin somos iguales! Se la daré a nuestro hijo Caín, le vendrá bien para hacer injertos femeninos en la clínica.
            -¿Femeninos?
            -Bueno, perdona, similares a tu ADN.
            Y se fueron volando en un diminuto vehículo hacia el manzanal de las serpientes.  

(6) Era una mujer tranquila


Podía pasar horas contemplándola en su sueño. Ella apausaba las horas en cada suspiro. El viento soplaba más fuerte todavía, tanto que el viejo manzano del jardín desprendía su furía contra el cristal del ventanal. Era una de las noches más frías del año y el gélido viento devastaba los restos del otoño. Él se sentía en paz. Contemplaba aquella imagen a años luz. Como si se tratara de una fotografía antigua, como si observara otro mundo a través de sus pupilas. Todo permanecía en calma dentro de aquella habitación. Ella también estaba en calma, era una mujer tranquila.

(5) Pésame

Sentí sus pasos sin prisas.

Abrió mostrándome con un gesto sus manos solas, después de cincuenta años

No lloró. Se abrazó a mi silencio sin decirme nada.

No tenía consuelo ni yo palabras

(4) La mujer dolorida


Su amor me cautivó. Su amor me dio la vida. Quién iba a saber que poco a poco me la quitaría, y que solo quedaría de mí una muñeca sin vida. 

(3) Problemas de comunicación


A la mujer no le resultó difícil atar al hombre de pies y manos a la butaca de su despacho, pues lo había hecho bajo la promesa de un juego erótico al que sabía que él no opondría la menor resistencia. Sin embargo, el rostro del hombre cambió de súbito cuando ella comenzó a hablar y comprendió que aquel juego no le iba a resultar lo que él entendía por placentero. Para entonces ya tenía un esparadrapo en la boca, y ni siquiera pudo protestar.
  –Siento que hayamos tenido que llegar a esto, pero ahora no te queda más remedio que escucharme –dijo la mujer.
  –Uhm, uhmmmm… –refunfuñó el hombre.

(2) El uniforme


Alicia me dijo una vez: me ponen los cuadrados, lúgubres, sosos y  uniformados, ¡ qué se le va a hacer!. Creo que es porque me recuerdan a mi padre. ¿Mito de Electra, tal vez?
Estás cada vez más  loca, tía, le espeté.
Mira la que vino a hablar, si a ti te gustan castizos, modositos, tímidos  y con pinta de peperos, tía,  qué horror.
Gozosas, pasamos por el altar. Alicia con el pepero y yo con el uniformado. Estábamos locas las dos.

(1) Inconcluso


Hoy mamá va a probar con la pistola. Lo leí en su diario secreto; ése que esconde entre los productos de limpieza que solo ella manipula; esos que están al lado del mueble que contiene las cazuelas que solo ella usa, y bajo el armario de los condimentos que solo ella emplea. Dice que ya está harta de ser esclava. Tengo miedo.

Veo desde mi escondite cómo la sujeta con rabia. Sin miramientos descerraja cuatro tiros a la lavadora. Ha sido tal el estruendo, que mi padre se ha tirado el café encima, y casi le da un infarto.

viernes, 25 de enero de 2013

PARTICIPA



La Concejalía de mujer e igualdad del Ayuntamiento de San Javier te invita a participar en este concurso que persigue que por medio de los microrrelatos  se implante en la conciencia colectiva la igualdad de oportunidades real y efectiva entre géneros. Mira las bases en la barra lateral y envía tu micrrorelato.

Os esperamos