Concurso patrocinado por el Hotel Mar Menor de Santiago de la Ribera

jueves, 14 de febrero de 2013

(96) La soledad de la bordadora

A veces regreso a las tardes de escuela. Trenzo la madeja de hilo Moliné mientras me llega el griterío de la última pelea en el patio, la voz de la maestra disolviendo y provocando temblores de llanto. Y ya dispuesta, la aguja diminuta enhebrada, el bastidor, las tijeras y el punzón sobre el regazo, dejo de prestar atención a la compañera que escribe en la pizarra la fecha del día siguiente con tiza blanca, a los rezos del rosario. Los ojos fijos en la flor, atentos a la puntada larga, a la corta, del matizado. Y las imágenes van brotando, desenroscándose y estallando en colores y formas. Sueños de infancia y adolescencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario