Concurso patrocinado por el Hotel Mar Menor de Santiago de la Ribera

lunes, 25 de febrero de 2013

(288) Disculpas

      Para saber de mí has tenido que  venir aquí  con  rabiosas  lágrimas  y gesto de interminables reproches asomando en tu rostro entreabierto de suficiencia.  ¿Acaso será tu  celosa e injusta envidia  y no rabia la que te ha movido de tu eterno sofá de jefe, para llegar  hasta mí?…
-¿No era perdón lo que venías a decir? No era  un; lo siento he vuelto a ser el prepotente habitual y malhumorado que saca todo de quicio, ¿lo que deseabas decirme? 
-Tan solo vienes para escupirme unas cuantas  lágrimas de pena y blandas  amenazas de cariño envueltas en el ambiguo discurso de costumbre. ¿Qué temes tanto para concederme el respiro de tu patética disculpa?...  Tienes miedo de tú soledad conquistada, – ¿verdad? –

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