Concurso patrocinado por el Hotel Mar Menor de Santiago de la Ribera

miércoles, 27 de febrero de 2013

(336) El sauce


Él al lado de ella, en ese banco que nadie arregla. El sauce acaricia la sombra, tímido roce de vaqueros. Pulgar en el teclado, un mensaje de ella: yo te quiero, respóndeme. Él sigue virtualmente jugando.

Desde la habitación de su casa, él la llama, desconsolado.

- No me he dado cuenta cuándo te has marchado, pero he terminado ya el juego, ¿podemos quedar mañana en el mismo banco?

- No, cariño, sigue jugando.

El sauce no puede soportar las lágrimas. Ya sabemos por qué sigue llorando.

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