Concurso patrocinado por el Hotel Mar Menor de Santiago de la Ribera

domingo, 24 de febrero de 2013

(255) A la orilla de un inicio

Desnuda, observaba desde el borde del precipicio el pueblo que, insospechoso de su cercana presencia, dormía plácidamente en el valle. Había leído en los troncos de los árboles que allá abajo los poetas balbuceaban ripios incoherentes, y que de la fuente en la plaza lloraba agua sin alma ni vida. Que de la alegría contaban leyendas los más viejos del lugar, y que el amor llevaba años en huelga de maravillas.

Sonrió, a sabiendas de que había llegado, al fin, al mundo que habría de salvar. Antes de bajar, a modo de prólogo para su novela en ciernes, decidió ponerse el vestido de noche que le resaltaba las estrellas.

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