Cuando dejemos de pensar en ser iguales, cuando la
razón de ser de estos escritos pierda el sentido, cuando hablar de ser iguales
nos moleste porque su sentido solo va en contra de la preciosa y necesaria
diversidad. Cuando una cosa de “cojones” y un “coñazo” denoten exactamente lo
mismo, positivo o negativo. Cuando ser padre esté un poco más cerca de madre, y
ser hija no sea ser rosa. Cuando las miradas no digan, levántate y trae una
cerveza fría que para algo estás aquí. Cuando hablar en femenino no sorprenda
al género masculino ni tampoco al femenino.
Entonces, solo entonces, miraré fuera de mí y lo
intentaré transmitir con todas mis fuerzas y conocimientos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario