Esta noche desliza tu mano por su espalda, recuerda su ternura y dile la verdad. Te encontraré pensando en lo que sentía ella y nunca volverás a verla. Esas cosas siempre suceden mientras todo lo demás se escapa. Tu vida la recordaras entre brumas, y lo único que escucharas serán las temidas risas de sus bocas. Estaba en tu mente viviendo una vida que no era la suya, que era mía entre tus sábanas.
Esto se parece demasiado a tu tacto, a tu manera de leer. Me miras con los ojos cansados.
Toda la imaginación está perdida entre sus ojos. La miramos desde lejos y no encontramos ese instante que nos haga recordar lo que queríamos.
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