Despertó de un sobresalto. Abrió los
ojos lentamente y deseó ser otra persona. Los nervios le carcomían
el cuerpo. Había llegado el día.
Si bien había vivido jornadas
intentas, repletas de actividades y de decisiones tomadas a último
momento, jamás su corazón estuvo tan a punto de salírsele por la
boca, con tantas uñas cortadas inconscientemente. Como nunca antes
quiso que el calendario pasara de página.
El viaje hacia el Colegio se le hizo
eterno. Al entrar, el orgullo la vistió elegantemente. Los
compañeros de su agrupación estudiantil se mostraban confiados,
como si la victoria fuese un hecho consumado. El día de las
elecciones había llegado.
Pasada la medianoche, se supo: ella
sería la nueva presidenta de los estudiantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario