Concurso patrocinado por el Hotel Mar Menor de Santiago de la Ribera

viernes, 22 de febrero de 2013

(222) EL CALIDO BESO

Siempre me despertaba con un cálido beso en la frente y el perfume que desprendía su cuello me advertía, entre sueños, que ya era hora de despertarse para ir al colegio. Me preparaba el desayuno con todo su cariño y yo, abarrotado de sueño, me hacía el remolón para escuchar sus requerimientos matutinos; -¡Vamos hijo! ¡Que vamos a llegar tarde!- Continuamente  se ocupaba de mi puntualidad y de la suya. Cogía su maletín, cargado de expedientes judiciales y caminábamos juntos al colegio cogidos de la mano, mientras yo admiraba su dedicación personal y profesional.
Siempre me despertaba con un cálido beso en la frente y su bigote producía en mí una sensación extraña. Placentera y agitante.

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