Una madre pregunta a su hija ¿Por qué siempre me dices que me parezco al Mar Menor?
Por tu tranquilidad ante las tormentas especialmente con papá.
Por el color azul de tus ojos incluso cuando lloras porque las letras de la hipoteca no perdonan.
Los tonos rojizos del atardecer cuando te ruborizas si tienes que pedir algún favor.
Por lo salada que tu eres incluso al llegar agotada del trabajo y tener que cuidarnos a todos.
Porque nunca se acabará, y siempre estará el vaso medio lleno en nuestra familia.
En definitiva, porque eres única.
Gracias Pilar, por eso eres mi hija Menor.
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