Con delicadeza, hay que palpar el perfil como algo frágil que hay que cuidar, siente el terciopelo de sus curvas, y la suavidad de la piel bañada en diamantes. Observa sus pupilas y siente el delicado brillo que chapotea en un iris radiante de valentía.
Un físico endeble que guarda por dentro vías con sangre de acero, capaces de hacer temblar al hombre más poderoso que pisa la tierra. La superación es fruto de la lucha que nace en nuestras entrañas, nuestros pasos día a día, van convirtiendo al género masculino en el “sexo débil”. La evolución esta en nuestras manos, y es la hora de que veáis como os ganamos el pulso.
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