En un gesto casi automático, desvía la mirada hacia la izquierda hasta que se posa en la foto, sin poder evitarlo. Cierra los ojos mientras recuerda aquellos tiempos pasados en que nada enturbiaba su felicidad.
Seis meses atrás era ella la que contemplaba la escena desde la lejanía cuando su marido llegaba de aquellos largos viajes cansado y sudoroso y la estrechaba entre sus brazos.
Ahora es ella la que maneja con destreza el volante del camión. Desciende de la cabina dando un salto para alcanzar el suelo y cierra la puerta de su sustento. En casa la esperan sus hijos.
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