-¡Eh, tú!
-Dime, cariño.
-Ayúdame a pasar el aspirador.
-Claro, cariño.
Fruuuun, fruuuuuuuuun…
-Hoy me apetece sopa de coliflor para comer.
-Por supuesto, cariño.
-Con mucho ajo.
-Lo sé.
-Pues al tajo.
-Voy.
Blop blop blop…
-Hay que tirar la basura.
-Voy de inmediato.
Ñieeeec… Blam.
-Necesito un masaje en los pies.
-¿Con aceite o sin aceite, cariño?
-Con aceite.
Plas plas plas.
Silencio. Un hilo de humo comienza a surgir desde los oídos del hombre, como si fuera la materialización de un ectoplasma. Ella nunca había visto nada parecido en toda su vida. Miró a su marido.
-¿Qué te pasa?
No hay comentarios:
Publicar un comentario