Las sábanas están empapando el sudor de dos cuerpos desnudos que continúan abrazados después de hacer el amor. El hombre, con ojos satisfechos y voz de enamorado, dice a su esposa:
-Sin ti no podría vivir y… tú lo sabes. Lo único que deseo es que seas feliz. Cuidaré de ti para que nada te pase. ¡Eres tan bonita y frágil!
Lucía cierra sus ojos grandes y verdes por al efecto de estas palabras. De pronto los abre, les tiemblan como su voz que dice:
-Prométeme que nunca más me vas a pegar.
El hombre incorpora rápidamente su cuerpo desnudo y exclama convencido: "Pero amor mío… ¡Si lo hago por tu bien!
Esmeralda
No hay comentarios:
Publicar un comentario