Concurso patrocinado por el Hotel Mar Menor de Santiago de la Ribera

lunes, 11 de febrero de 2013

(74) Mamá

La observa por entre el enrejado de la ventana hasta que desaparece, perdiéndose tras una esquina.
Es su rutina diaria: cada mañana ella entra en su habitación para despedirse, mientras aún sigue durmiendo. Siempre la despierta, pero se hace la dormida, y cuando oye la puerta de la calle cerrarse se levanta corriendo y se asoma, para despedirla también, aunque sea en silencio.

Está orgullosa de ella, a pesar de no estar segura de lo que significa eso. Papá le dice que debe estarlo, y si él lo dice, es porque ella lo merece.

No la ve en todo el día, así que espera ansiosa a que regrese para darle un beso de buenas noches, antes de irse a dormir.

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