Concurso patrocinado por el Hotel Mar Menor de Santiago de la Ribera

domingo, 3 de febrero de 2013

(40) La dignidad de las vidas anónimas

Sumemos el cansancio al calor, echemos una pizquita de impotencia rabiosa y al puchero le vertimos un aliño de orgullo y esperanza. Ya tenemos el potaje de nuestra historia cociéndose a fuego lento.
El primer plato lo constituyen Sara, dos brazos para trabajar y tres bocas que alimentar. Madre soltera.
El segundo son Mónica y sus uñas. Tan negras como el futuro del tajo  que la sustenta. Minera en huelga.
El postre es dulce como la sonrisa de Carmen cada vez que pisa el albero de un coso con derecho de admisión reservado. Novillera.
Mujeres con la ilusión colgando de unas pestañas que dan cobijo a esos ojos que observan con honestidad los años cargados al lomo de la existencia.

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