Una mujer camina por la acera con paso lento y vacilante. No es casualidad evitar pisar los bordes de cada loseta. Supersticiones reminiscentes: alguien le ha contado que si atropellara descuidadamente los márgenes…
Unas zapatillas de deporte corren sobre las mismas losas de la misma acera. Pisadas firmes, inequívocas y veloces transportan a aquel hombre que adelanta a la mujer sin detenerse a pensar dónde cae cada una de sus pisadas.
Ella le sigue con la mirada mientras él, ajeno a toda presencia, se pierde en la distancia.
Ella se pregunta por qué él puede sentirse tan seguro y a ella no se lo permiten.
Sigue caminando.
¿Se dirige al encuentro de un nuevo destino que permanece latente sin especificar?
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