Katiuska, chubasquero y entonando la Salve que entona el marinero.
Se acerca pesquero y en su panza rotulado “De la mar, el mero”
Y a la voz de ¡Avante, avante! obedece el tripulante.
La faena ha sido duelo, la mar embravecida nuevamente la vencida
mas sus peces se convierten en pescados en las redes atrapados.
Alcanzado el muelle ya lo dice el refrán, solo aprecia la calma el que del mar saca su pan.
Y aparece sonriente tripulante que lleva la voz cantante.
Navaja en mano corta el cabo sobrante, mira hacia delante y ante el asombro de todos, se remanga hasta los codos para fumar como hace Popeye, a la vez
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