Concurso patrocinado por el Hotel Mar Menor de Santiago de la Ribera

jueves, 21 de febrero de 2013

(214) La vida de una mujer

Invisible para todos, contempló cómo se levantaba antes dejando todo hecho, despertando con dulzura a sus hijos y prodigando atenciones hasta dejarlos en sus escuelas.
La siguió a su trabajo donde, afanosa, atendía, y solucionaba todo con una sonrisa. Y el corazón le dolió.
Observó la carrera de ella para llegar hasta sus hijos, recogerlos, sacar tiempo para conversar y ayudar con los deberes mientras limpiaba y preparaba la cena de todos. Y el corazón lloró al verla que su día no acababa cuando todos se dormían.
Una lágrima cayó de su mejilla y una mano le acarició. Abrió los ojos y allí estaba su mujer.
-        A partir de ahora, yo ayudaré.

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