El anuncio ya estaba en el periódico: Joven con experiencia se ofrece para tareas domésticas y cuidados de niños.
-No es el tipo de persona que busco.
- Yo buscaba una chica joven.
Y así, llamada tras llamada. Excusa tras excusa.
Decidió renunciar y redactar otra demanda laboral. El teléfono fijo no paraba de sonar y sonar en vano.
-Ésta será la última llamada que coja –dijo para sí.
Cual no sería su sorpresa al escuchar al final de la pequeña conversación las palabras: sí, sí, el puesto es suyo.
-Gracias –contesto el joven Juan.
-¡Ahora creo que hemos dado un paso adelante para conseguir la "igualdad"!
-exclamó Juan alzando las manos al techo lleno de humedades.
Seudónimo: Amaneceres
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