Concurso patrocinado por el Hotel Mar Menor de Santiago de la Ribera

jueves, 21 de febrero de 2013

(209) Confieso

A veces – sólo a veces, cuando no hay nadie que oiga lo que pienso- reniego de mi condición y me doy a la huída. Me imagino pájaro, cometa o cualquier ente con alas: doy unas cuantas vueltas por el cielo y miro de lejos la fragilidad, el entusiasmo, la lágrima fácil y todos esos atributos que poseen algunos como yo. Se reducen entonces las ínfulas de Icaro y la yo fugitiva y asombrada se avergüenza de haber – algunas veces-  repudiado su vientre cálido y sus acogedoras curvas. Pide al cielo una segunda oportunidad y desciende al infierno de la vida diaria, para comprobar de nuevo que no hay nada como parecerse, siquiera lejanamente, a la madre que la pariò.

No hay comentarios:

Publicar un comentario