Concurso patrocinado por el Hotel Mar Menor de Santiago de la Ribera

lunes, 18 de febrero de 2013

(169) LA DECISIÓN

Por más que me esforzase en aparentar lo contrario, tan sólo conseguía engañarme a mí misma. No éramos iguales; aún no.
La seguridad en sus propias capacidades, su voluntad de salir ahí fuera y comerse el mundo sin importarle lo que pudieran decirle quienes aún se aferraban a los estereotipos del pasado... Todo ello me parecía inalcanzable.
El reflejo que me devolvía el espejo distaba de la mujer que quería ser en mi cabeza, pero fue entonces cuando grité basta. En lugar de cubrirme con el velo de la resignación, tomé del perchero el abrigo de persona, y dejé que quien pisara la calle fuese la mujer que había penado en mi interior.

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