Concurso patrocinado por el Hotel Mar Menor de Santiago de la Ribera

lunes, 17 de marzo de 2014

PEDAGOGÍA SOCIAL


Seguía vistiéndose a la manera occidental, pero día tras día notaba que un burka invisible y férreo la iba cubriendo por completo. Cuando ya su visión del mundo quedó limitada al espacio que sus ojos podían abarcar en línea recta, se colocó unas gafas oscuras y entró en la sumisión total.
Meses después su marido, no contento aún con este acatamiento, le recriminó su sosería y falta de imaginación; harto de insultarla, le dio un bofetón y las gafas salieron despedidas. No había ojos. Intrigado, el marido zarandeó su cuerpo, un maniquí a cuyos pies, tapado por el burka, había una nota: "Canalla. No me verás más. Salgo a vivir. Adiós".

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