Lois Lane también lleva capa
Todos los días, nada más levantarse, Marga se ponía el traje de superheroína y, un café después, ya estaba lista para salvar el mundo. No conocía a Magneto ni a Dos Caras, pero eliminaba con sus propias manos manchas de grasa mucho más temibles. Todavía no sabía volar, pero con su supervelocidad se las apañaba muy bien para salir del trabajo y llevar a los niños a piano, a karate y al parque, ida y vuelta, siempre a tiempo. Su visión X ya no es lo que era, pero aún podía atravesar muebles y encontrar calcetines perdidos. Y por las noches, después de acostar a sus kriptonitas, todavía tenía tiempo para ser Lois Lane.
No hay comentarios:
Publicar un comentario