Concurso patrocinado por el Hotel Mar Menor de Santiago de la Ribera

miércoles, 26 de marzo de 2014

La reina

- Jaque.
La joven situó al rey ante su reina.
- Pero hija, si mueves ahí tu pieza te comeré la dama.
- No lo creo, papá. Es tu turno.
- Jaque.
Lejos de amedrentarse, la niña movió su reina tras las líneas enemigas y, bajo la protección de su caballo, eliminó a la reina rival y dijo:
- Jaque mate, papá.
El padre quedó atónito.
- Hija, estabas en jaque. No puedes sino mover el rey.
- ¿Por qué, papá? Acaso debiera tener más valor una pieza que espera casi estática el desenlace de la partida que una que lo protege y lucha contra el enemigo, sacrificándose en muchas ocasiones por él? Yo creo que no.
Y se levantó.

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