Cada día sale de casa bien temprano y vuelve cuando el silencio y la oscuridad se han apoderado de las calles. Luchadora infatigable, su esfuerzo lo mide en remesas que den una oportunidad a los suyos. Exhausta, termina su jornada, mas nunca tira la toalla. Aún esclava de sus responsabilidades, la libertad de sentirse autosuficiente no la aleja de la prisión que el machismo le preparó.
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