Concurso patrocinado por el Hotel Mar Menor de Santiago de la Ribera

miércoles, 26 de marzo de 2014

La guitarra inolvidable

Hijo, ¿recuerdas la vieja guitarra que te compré? Si madre, asintió con la cabeza avergonzado. Recuerdo que trabajé durante una semana limpiando culos ajenos para ver una sonrisa en tu cara. Sabes, me destrozaste el corazón cuando despreciaste mi regalo, pero nunca te culpe a ti, sino a mí, porque en ese momento me di cuenta que te estaba malcriando.

El hombre sentado cabizbajo con la mirada en sus  zapatos nuevos, se dejó llevar por sus emociones, y una a una resbalaban lágrimas  por la delicada piel hasta la suela. Hijo, no llores, seas lo que seas, hagas lo que hagas, siempre estaré a tu lado.

-No lloré por ese recuerdo, sino por todos los sacrificios que hizo mi madre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario