- ¡Te envidio!
- Tú me envidias?, ¡vamos anda!
- ¡En serio!, eres tan autosuficiente, tan decidida. Llevas trabajando toda la vida, ¡desde los dieciséis años!
- Oh sí!, con contratos temporales por obra o servicio y el salario mínimo interprofesional. Y para colmo... a mis cincuenta y tres años me despiden por la dichosa crisis y los recortes.
- Has sacado adelante a tres hijos maravillosos. Conseguiste una titulación. Tienes tu casa...
- Perdona hermanita, aún no es mía, pago una hipoteca ¿recuerdas?
- Yo no tengo estudios, ni expectativas de poder trabajar. Y me aburro tanto...
- A mí también me gustaría aburrirme con un ex-marido cirujano como el tuyo y los dos mil euros mensuales que te paga de pensión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario