Concurso patrocinado por el Hotel Mar Menor de Santiago de la Ribera

martes, 25 de marzo de 2014

El camino


   Asfalto, mucho asfalto hallará la caminante que se aventure en esta etapa. Si las articulaciones comienzan a resentirse o las energías están mermadas, ya sea por heridas tácticas o por la rigidez de la superficie, la jornada puede hacerse eterna.
   Los primeros diez kilómetros transitan por escenarios conocidos -el vestido rosa, la muñeca regordeta y las perolas miniadas-. En ocasiones, el paisaje permite congraciarse mínimamente con la etapa: unos besos con promesas, donde serás princesa; mas de sangre azul y fría, como las serpientes. Después, te encargarás de todo. No te conformes, los buenos compañeros sabrán seguir tus flechas. Se recomienda desconfiar de la bruma, que oculta la mitad de tus pasos. Busca a quienes, como tú, soplen para disiparla.

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