Concurso patrocinado por el Hotel Mar Menor de Santiago de la Ribera

jueves, 20 de marzo de 2014

Cuentos vacíos

Llevaba cinco días en paro, la noticia de su embarazo no fue bienvenida en la oficina. Una noche, la tinta de los cuentos que escuchó de pequeña cayó por la estantería y se unió formando un río oscuro, que salpicando las paredes del pasillo, cruzó la puerta, bajó las escaleras del edificio, salió a la calle y desapareció por una alcantarilla. Ella volvió a  casa, y limpió el rastro que había dejado la riada. Había quedado una mancha en la pared, que no consiguió borrar. Pasado un tiempo, la mancha fue alargándose y empezaron a distinguirse letras, finalmente consiguió leer: “Ni hay monstruos en cada cueva, ni hacen falta príncipes que te salven”. Dándole la fuerza que tanto necesitaba.

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