Este trabajo es muy duro. Me exigen como nunca. Lo quieren siempre todo a la perfección. Pero reconozco su profesionalidad y sus recursos. Siempre tiene una solución para todo. La verdad es que estoy sintiendo como valoran mi trabajo. Hasta entonces no me había pasado, si hago algo mal me lo indica sin humillarme y si hago algo bien me lo reconoce. Es satisfactorio trabajar a sus órdenes. Ha formado un buen grupo de trabajo y por fin tenemos a las mujeres trabajando codo con codo en nuestro departamento, la eficacia ha aumentado más de un ochenta por cien.
- ¿y cómo se llama tu jefe Jose?
- ¿Jefe?, Jefa, es mi jefa.
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