Concurso patrocinado por el Hotel Mar Menor de Santiago de la Ribera

martes, 25 de marzo de 2014

Recursos Humanos

Era una auténtica ironía que aquella habitación tuviera el nombre de "Recursos Humanos" cuando, precisamente, lo que más pesaba en la estancia era la falta de humanidad. Ella pasó la suave mano por su hinchado vientre, intentando contener el llanto ante las palabras que vendrían a continuación. Pero no pudo. Después del "lo siento, pero la empresa debe prescindir de sus servicios" que pronunció Él, con un tono frío y neutro, no pudo escuchar nada más, porque el dolor de cabeza y las naúseas nublaron su mente. Entonces, de sus ojos empezaron a brotar las lágrimas más dolorosas que existen: no eran de pena, de rencor, de odio o de rabia; eran lágrimas de impotencia.

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