La mujer que posee un balón

María quería ser una estrella del fútbol. En su pueblo, todas las chicas se reían de ella.  Jugaba con chicos mayores  que terminaron por prohibirle jugar, porque siempre los humillaba.  Diez años después, la estrella de la selección brasileña conducía el balón por medio campo cuando un espontáneo vestido de gallina se lo arrebató. Los jugadores, estupefactos, tardaron unos segundos en reaccionar e intentar arrebatárselo. Los regateó con crueldad, deleitándose con caños y sombreros. Durante diez minutos burló a los jugadores de ambos equipos, suplentes, árbitro, linieres y policías… Salió con el balón en los pies por la puerta principal del estadio ante el delirio del público. Nunca más se supo aquel espontáneo. Y nadie recuerda quién ganó ese mundial