Concurso patrocinado por el Hotel Mar Menor de Santiago de la Ribera

jueves, 20 de marzo de 2014

LA COSTILLA DE EVA


Miro la piel ajada de mis manos, los nudos en las articulaciones de mis dedos, mientras lo escucho hablar de divorcio. Se ha enamorado de la joven del sexto. Hace una pausa. Después comienza a enumerar bienes. El televisor de plasma lo pagué yo. El ordenador también es mío. La cuenta del banco la dejaste vacía con tus compras estrafalarias. 
Piensa que me falla la memoria. Sigue siendo el mismo fiscal prepotente al que vapuleé hace treinta años. Y ahora vuelve a por otra. No escarmienta. Me acerco y dejo un beso en sus mejillas descarnadas. Es de agradecer que, cuando ya nada me motivaba, venga él y me ofrezca en bandeja la ocasión para volver a lucirme como abogada.


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