No sé si se han fijado ustedes en los teléfonos de las películas; bueno, pues resulta que todos los actores y actrices llaman al mismo número: al mío. Da lo mismo que Cary Grant le diga a Grace Kelly que va a llamar a la policía, a su tía de Iowa o al carnicero de la esquina, porque resulta que yo soy, sin saberlo, el cuerpo de policía, esa tía de Iowa y un carnicero que tiene unas chuletas tremendas.
Que espere el consejo de administración al que tanto me ha costado llegar: ahora Bogart olvida darle la réplica a Lauren Bacall y me pide absoluta discreción. No me extraña. Son ya muchos años con la misma historia.
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