Ella nunca se imaginó que algún día podría cambiar la sociedad; o más bien, ella en la sociedad. Siempre creyó que él, era superior a ella, por lo que se limitaba a vivir en el sometimiento, en la dominación, simplemente por haber nacido mujer, ese era su destino.
Con censura de decisión, de voz, poco a poco quedaba más sumisa, pero no controlada en el interior. Descubrió, que el trabajo que ella realizaba en casa como mujer era imprescindible, pero que también podría realizar trabajos como los de él, así conseguiría las mismas maravillosas oportunidades.
Y cuando decidió trabajar por primera vez en lo que él, nunca cesó, y así, sigue luchando por extinguir aquella asimetría entre ambos.
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