Concurso patrocinado por el Hotel Mar Menor de Santiago de la Ribera

lunes, 17 de marzo de 2014

El sueño de la hormiga (porque toda hormiga soñó alguna vez con ser cigarra)


Se sorprendió “echando la vista atrás”, repasando cada uno de los momentos vividos, algunos importantes, otros banales, para darse cuenta de que no sabía muy bien que hacía allí, como había llegado a ese punto de su vida en el que nada era ella, en el que era incapaz de reconocerse. Había construido cuidadosamente una realidad paralela solo porque era lo que se esperaba de ella,... una mujer: sacrificio.


Se rebeló, escapó de ese “encierro”, no por “voluntario” menos sangrante, y descubrió, traspasada largamente la barrera de los cuarenta que ¡por fin! se sentía viva, que le gustaba la imagen que le devolvía el espejo, no solo el de pared sino también el de la vida.

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