La política no es para mujeres y menos para Georgina, la diputada que se prostituyó de joven para poder vivir.
Oportunista a la caza de votos, mujer tenía que ser, pero a mi no me la pega.
¿Quién va a creer lo de su violación? Seguro que disfrutó con los hombres (de los de verdad) que casi la matan, pero de gusto.
Tras su intento de suicidio encontró trabajo en un hospital, engatusó a sus vecinos para representarlos y se convirtió en líder laboralista. De ahí a la fama todo una.
Parece mentira que habiendo hombres como Dios manda le dieran a Georgina la alcaldía poniéndola como ejemplo y dando ánimos a todas la mujeres a que sigan sus pasos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario