Concurso patrocinado por el Hotel Mar Menor de Santiago de la Ribera

martes, 11 de marzo de 2014

ANSIADA TOGA



Había cumplido su sueño, así que se ciñó la toga, tomó asiento en los estrados y ordenó silencio. Los letrados presentes se giraron reconociendo su autoridad…
–¡MARÍA! –le gritó su compañera de trabajo–, ¿te has vuelto a poner la toga de la magistrada? Mueve el trasero y termina de limpiar la sala de vistas mientras yo repaso los lavabos.
María escurrió la fregona con fuerza mientras pensaba en su uniforme de limpieza. ¡Debería ser negro como la toga! Aunque ella sabía esperar. Recién empezaba la carrera de Derecho en la universidad a distancia, luego llegarían los años de oposición, finalmente el ansiado destino. Mucho tiempo y mucho esfuerzo, pero nada ni nadie le impediría cumplir su sueño.

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