Concurso patrocinado por el Hotel Mar Menor de Santiago de la Ribera

jueves, 20 de marzo de 2014

El espejo


Al llegar a casa, encontró a su marido jugando en el ordenador. Lo cerró y estuvo pendiente de ella. Pero iba y venia sin prestar atención a sus palabras. Necesitaba un tiempo para analizar si el nuevo puesto de trabajo seria prudente aceptarlo. A una hora de camino desde casa; una línea de tren y otra de bus. Moviendo a penas los labios repetía una y otra vez el contrato: una comisión de servicio en un pequeño centro de salud y la respuesta antes del lunes.
Marco un número de teléfono, escuchó y  dejó un mensaje.
De todos modos, no le pareció que su marido escuchase su explicación.

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