Concurso patrocinado por el Hotel Mar Menor de Santiago de la Ribera

viernes, 1 de marzo de 2013

(374) Nazaret


Nazaret enjabonaba con suavidad la cabeza de doña Adela. Los cuatro pelos de la anciana languidecían bajo el chorro del agua al igual que los pensamientos de la joven. El jefe se acercó y le susurró al oído: Menos champú  o no te renovaré. Entonces sintió la primera nausea, controló el asco, se acarició el vientre. Acompañó a Doña Adela hasta el tocador con la sensación del que pierde pie. El rostro cerúleo de Nazaret se reflejaba en el espejo. ¡Qué mala cara tienes!, exclamó doña Adela. La joven asustada se tapó la boca. De reojo miró a su jefe; permanecía  vigilante junto al ordenador. No estarás… El ruido del secador encubrió   la voz, ocultó  la esperanza.

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