Concurso patrocinado por el Hotel Mar Menor de Santiago de la Ribera

viernes, 1 de marzo de 2013

(353) La recompensa


Eva se dirige hacia la sala de reuniones con un nudo en el estómago, ninguna de las técnicas de relajación que sabe le ha ayudado hasta el momento. Entra y mira a su alrededor: corbata, corbata, corbata… Esto va a ser más difícil de lo que pensaba –piensa para sí. Sus tacones resuenan en la habitación mientras se acerca a la única silla vacía en la sala, la que queda junto al proyector. Conecta su ordenador y comienza con la presentación. A medida que avanza en la exposición los latidos de su corazón aminoran el ritmo, empieza a tener la situación bajo control. Al terminar sólo obtiene una respuesta: el silencio. Eva está sonriendo.

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