- Mariana ¿qué te
gustaría estudiar?
- Señorita yo no voy a estudiar nada, cuando termine este
año ya me pongo a trabajar.
- Eres muy buena estudiante, podrías hacer cualquier cosa.
- Mi padre me ha dicho que me pongo a trabajar.
La profesora le habló al padre de la posibilidad de becas,
de la capacidad mental y de trabajo de Mariana.
- No le llene la cabeza de pájaros, ella ya sabe todo lo que necesita saber. Se pondrá
a trabajar. Nosotros no somos señoritos.
Al día siguiente Mariana llegó a clase con un brazo en
cabestrillo, un corazón sin ilusiones y la determinación de tener una hija para
empujarla como el viento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario