Hay tópicos que siguen sonado y resultando tan
familiares como hace años. El que una madre quiera educar a sus hijas en tareas del hogar mientras sus hijos, los que
tanto necesitaron para nacer y crecer, de ella, se encuentran mal sentados en
el sofá, no es nada raro.
Sus
hermanas no podían comprender porque su madre les dejaba estar así mientras
ellas se rompían las uñas fregando de rodillas.
Una de
ellas se reveló, tomando el mando de la casa y haciendo que sus hermanos
participaran en las tareas del hogar.
A la mañana
siguiente todos valoraron tanto el trabajo de las chicas, que su comportamiento
era distinto, solo hizo falta estar en su lugar unas horas.
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