Concurso patrocinado por el Hotel Mar Menor de Santiago de la Ribera

domingo, 27 de enero de 2013

(3) Problemas de comunicación


A la mujer no le resultó difícil atar al hombre de pies y manos a la butaca de su despacho, pues lo había hecho bajo la promesa de un juego erótico al que sabía que él no opondría la menor resistencia. Sin embargo, el rostro del hombre cambió de súbito cuando ella comenzó a hablar y comprendió que aquel juego no le iba a resultar lo que él entendía por placentero. Para entonces ya tenía un esparadrapo en la boca, y ni siquiera pudo protestar.
  –Siento que hayamos tenido que llegar a esto, pero ahora no te queda más remedio que escucharme –dijo la mujer.
  –Uhm, uhmmmm… –refunfuñó el hombre.

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