Pero hoy es primavera y Julia no se amedrenta. Entra en el despacho con seguridad, cabeza alta, sonrisa dibujada. Se sienta. Suspira con satisfacción. Es Julia. Es directora. Es su despacho.
miércoles, 26 de marzo de 2014
La primavera de Julia
Horas infinitas de estudio, madrugones varios en fines de semana, tensión que a veces rozaba el dolor abdominal ante la proximidad de los exámenes… Todo esto había quedado, por suerte, ya en el olvido de Julia. Ahora, su suerte dependía de otro hilo. Un hilo del que tiraban, por cada extremo, la valía y la formación por un lado y los prejuicios y las injusticias por el otro. Una guerra en la que continuamente habían resultado ganadores los fantasmas del machismo y la incultura, imponiéndose con demasiada facilidad…
Pero hoy es primavera y Julia no se amedrenta. Entra en el despacho con seguridad, cabeza alta, sonrisa dibujada. Se sienta. Suspira con satisfacción. Es Julia. Es directora. Es su despacho.
Pero hoy es primavera y Julia no se amedrenta. Entra en el despacho con seguridad, cabeza alta, sonrisa dibujada. Se sienta. Suspira con satisfacción. Es Julia. Es directora. Es su despacho.
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Manuel Yayo
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